Los mensajes de las nubes
Cada paso, cada trayecto es una enseñanza y prueba de la infinidad del Universo. Nuestro andar es un continuo avance hacia un lugar que muchos creemos desconocer, pero que tiene un gran y especial propósito.
Encontrar este significado es posible con tan solo tomar en cuenta las claves que nuestro entorno nos da en cada paso. Al percibirlas, seremos capaces de distinguir lo que en realidad es nuestro camino. Sobre todo, podremos saber hacia dónde se dirige nuestra vida y, por ende, cuál es nuestra misión en este lugar.
Esas claves están en todo lo que nos rodea y son símbolos que para cada ser tienen un significado único y definitivo en su existencia. Estas claves se encuentran en una infinidad de elementos y tienen como fin participar en esa “ayuda” que nos guiará a seguir por el sendero correcto de nuestra misión. Uno de esos elementos son las hermosísimas nubes.
Las nubes se manifiestan en el cielo con su incesable andar y movimiento, creando una ilimitada serie de símbolos y formas que para cada persona tendrán un significado especial. Ellas siempre están mostrándonos alguna clave que nos ayudará de manera consciente o inconsciente a distinguir en qué momento o estado nos encontramos en ese camino.
O quizá las nubes en ese momento que las vemos simplemente están buscando llenarnos de esperanza y fe con nos produce al ver el amor y la manifestación de su belleza.
Sólo es preciso detenernos un poco para dar pie a un momento de conexión con lo sublime. Si somos capaces de apreciar esa belleza tan pura, lograremos dar un paso más hacia la verdad de nuestro ser y de nuestro espíritu. Un paso que puede ser determinante para el curso de nuestra vida y toma de decisiones, un elemento que definirá hacia dónde nos dirigiremos.
Las nubes siempre están mostrándonos alguna clave que nos ayudará de manera consciente o inconsciente a distinguir en qué momento o estado nos encontramos en ese camino
Busquemos su guía
Desde siempre el cielo nos ha llenado de guías con el sol, las estrellas, los cometas, las nubes, la lluvia, todos ellos nos traen regalos que, desgraciadamente, siempre pasan inadvertidos o que son ignorados.
Pocas personas se dan cuenta de que estos elementos de la naturaleza nos dejan símbolos que, si fueran tomados con el corazón, nos ayudaría a contestar lo que no tiene una respuesta, a sentir lo que nos negamos a creer, a vivir con la seguridad de nuestro paso.
Recordemos que tal y como nuestros sabios antepasados lo dejaron escrito: “La respuesta a toda nuestra existencia se encuentra en el cielo con sus infinitas manifestaciones”.
No olvidemos que si creemos encontrarnos perdidos o con incertidumbre de hacia dónde se dirige nuestra vida, solo necesitamos alzar los ojos hacia ese cielo inmenso que por medio de claves y símbolos reflejadas en sus nubes, sol, luna o estrellas nos trata de recordar que el infinito existe.
Son el recordatorio de que nosotros formamos parte de él. Es muy importante no olvidarlo porque esto nos ayudará también a abrir las puertas de nuestro corazón, el cual guarda toda la sabiduría.
Una vez que lo hagamos, lograremos que cada forma que podamos distinguir en una nube nos revele un mensaje especial: La clave de la felicidad infinita...