Vida en armonía

Para empezar a aplicar esta ley universal es necesario que tengamos consciencia de nuestros actos para que cada uno de ellos provenga realmente de la manifestación de este sentimiento.

La principal ley del universo es la del amor porque de ahí se derivan todas las demás leyes que son positivas y que nos ayudan a llevar una evolución y un completo desarrollo de nuestros cuerpos y de nuestros sentimientos.

Al aplicar esta ley en la vida es como nos autoayudamos a desarrollarnos como personas y a desarrollar nuestro espíritu, porque si sientes amor hacia todas las cosas y tienes amor en tu vida, entonces también lo sentirás por ti y te cuidarás.

Un maravilloso cambio

Es importante que cada persona desarrollemos el amor que tenemos dentro y que no externamos. Porque por lo general solo expresamos amor hacia nuestras familias o a lo que nos conviene querer, pero no hacia el todo.

Y será hasta que lo desarrollemos hacia todos los aspectos de nuestra existencia, cuando notaremos un maravilloso cambio en nuestra vida.

Mucha gente habla de aplicar y seguir otra serie de leyes, pero no servirá de mucho conocerlas si no se comprende y amplía la aplicación de la ley del amor.

Es importante que cada uno desarrollemos el amor que tenemos dentro, el cual por lo general no externamos

Cómo amplificar el amor

Un primer paso para lograr este desarrollo es tener consciencia de tus actos y darte cuenta de cuántos son de amor y cuántos no, porque todo debe tener un equilibrio. En particular, debes de ver si tu vida está regida por el amor, qué tanto quieres a tu familia, a quienes te rodea y, principalmente, a ti mismo.

Busca dentro de ti las respuestas, pregúntate qué es el amor, porque cada persona tiene una descripción distinta, pues el amor es lo que cada una sienta que es.

Una vez que halles esa respuesta y ese motivo, la principal forma de aplicarlo es que dejes entrar al amor y empieces a expresarlo en tu día a día.

Cuando realmente te conozcas y te quieras con amor verdadero, vas a poder dar amor verdadero a las demás personas y, conforme lo hagas, vas a ir abriendo más caminos de felicidad para ti y para todos los seres.